Los científicos de Colossal creen que la desextinción podría ser, algún día, una gran victoria para la conservación.
“Cuando las especies se extinguen, dejan vacíos en los ecosistemas —explica Beth Shapiro, científica jefa de Colossal—. Tenemos la capacidad de llenar esos vacíos”.
Tomemos como ejemplo a los mamuts lanudos. Estas bestias greñudas eran parientes extintos de los elefantes. Los mamuts fueron en su día una especie clave en el Ártico, lo que significa que afectaban a todo su ecosistema. Los científicos de Colossal afirman que resucitar a los mamuts podría beneficiar a las plantas y animales que viven hoy en el Ártico.
Shapiro dice que Colossal no liberaría un nuevo animal en la naturaleza sin antes pasar años estudiando cómo afectaría a su entorno.
Además, Shapiro argumenta que la tecnología de desextinción también ayudaría a las especies que actualmente están en peligro de extinción. Podría utilizarse para modificar el ADN de los animales para hacerlos más fuertes y capaces de combatir las enfermedades.
“A medida que desarrollemos estas herramientas, podremos usarlas para proteger a las especies que están vivas y evitar que se extingan”, dijo.