El verano pasado, durante una semana de excavaciones, los investigadores desenterraron con cuidado las huellas e hicieron moldes de ellas. También tomaron más de 20,000 fotos con drones y, a continuación, utilizaron las imágenes para construir modelos en 3D del yacimiento. Esta información puede ayudar a los científicos a comprender mejor cómo era la vida en el ambiente tropical y pantanoso donde vivían los dinosaurios.
Kirsty Edgar es una de las paleontólogas que participaron en el descubrimiento de la carretera prehistórica. Dice que las huellas pueden dar nuevas pistas sobre el tamaño y la velocidad de estos dinosaurios, y sobre cómo interactuaban entre sí.
“Estas huellas ofrecen una visión excepcional de la vida de los dinosaurios”, dijo Edgar en un comunicado.