En el recibidor de la escuela Lillian M. Jacobs de Hull, Massachusetts, cuelgan unas obras de arte poco corrientes. ¡Son unos seres marinos hechos por completo de basura recogida por alumnos de sexto grado!
La escuela queda a orillas del océano Atlántico. En 2024, los alumnos pasaron un frío día de febrero limpiando un tramo de casi 1 milla de la playa de Nantasket. Recogieron más de 40 bolsas de basura.
“Suelo ir a la playa y no me fijo en la basura —dice Derek DelGallo, que ahora estudia séptimo—. Pero cuando me puse a buscarla, me di cuenta de cuánta había”.
Todos los años, miles de millones de libras de basura acaban en los mares de todo el mundo. Una gran parte es plástico. Estos residuos no solo contaminan las playas; también pueden hacerles daño a los animales marinos. Muchos se enredan en el plástico o se enferman por confundirlo con comida.