Sibert y Red Cloud son como la mayoría de hurones de patas negras. Tienen manchas oscuras alrededor de los ojos, pelaje beige y, como no, patas negras. Pero los hermanos que nacieron el pasado junio en el Instituto Smithsonian de Biología de la Conservación, Virginia, no se parecen a ningún otro hurón. Son los primeros hurones de patas negras que nacen de un clon.
Su mamá, Antonia, es una copia de un hurón de patas negras que murió en 1988. Al igual que los gemelos idénticos, los animales clonados comparten el mismo ADN. Este material de las células determina los rasgos que se transmiten de padres a hijos. El ADN determina rasgos como el color de los ojos y la estatura.
De hecho, Antonia es uno de los tres clones de hurón de patas negras que nacieron en los últimos años. Una organización llamada Revive & Restore ha trabajado con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. y otros grupos en el proyecto de clonación de hurones.
El científico Ben Novak trabaja para Revive & Restore. Dice que el nacimiento de las crías de Antonia brinda nuevas esperanzas a esta especie amenazada.
“Hemos hecho algo extraordinario en el área de la conservación”, afirma Novak.