En los años transcurridos desde que Robert Ballard halló los restos del Titanic en 1985, otras personas han realizado descubrimientos importantes en el lugar. Por ejemplo, en 1996, los investigadores encontraron las estancias del capitán del barco, Edward Smith. Hasta pudieron ver el interior de la tina de Smith.
Pero la tina ya no era visible en una visita al lugar en 2019. Una sección de la parte superior del barco se había derrumbado, enterrando las estancias del capitán. Fue un ejemplo preocupante de cómo el Titanic se ha deteriorado lentamente, o desmoronado, a lo largo de los años.
Al hundirse en 1912, el Titanic se partió por la mitad. La proa (la parte delantera del barco) se asentó en el fondo del mar a media milla de los restos de la popa (la parte trasera del barco). Desde entonces, la naturaleza ha pasado factura. Algunos expertos creen que los restos podrían desaparecer en su mayor parte en las próximas décadas.
“Esto no va a estar ahí para siempre —dijo Tad Fitch. Ha escrito cuatro libros sobre el Titanic—. Así que, si vamos a estudiarlo, es ahora o nunca”.