El equipo de CHAPEA se enfrenta a muchos de los mismos problemas a los que se enfrentaría una tripulación en Marte. Los astronautas que viajen al Planeta Rojo se abastecerían de productos envasados que duran años. Pero las frutas y verduras frescas no sobrevivirían al viaje, por lo que los astronautas tendrían que cultivar las suyas propias. En noviembre, la tripulación de CHAPEA se las ingenió para recoger su primera cosecha de tomates y lechugas.
Comunicarse con el mundo exterior es también un reto. Si Jones u otro miembro del equipo tienen una pregunta para la NASA, tiene que esperar más de 40 minutos por la respuesta. Este es el tiempo que tomaría enviar y recibir mensajes entre Marte y la Tierra.
La NASA no ha recreado las brutales condiciones exteriores de Marte, donde la temperatura media es de -81 grados Fahrenheit. Pero la base de CHAPEA alberga un gran “arenero” interior para que el equipo explore. También usan cascos de realidad virtual que muestran imágenes del paisaje marciano mientras caminan millas en cintas de correr. Antes de estos “paseos por Marte” se ponen lo trajes espaciales, como lo harían astronautas reales en Marte.