Fiona, la oveja, estaba varada. A un lado estaba el mar. Al otro, una ladera rocosa demasiado empinada para trepar. Sin ningún sitio adonde ir, Fiona vivía sola en el fondo de un acantilado de Brora, Escocia. Eso cambió el pasado noviembre cuando un grupo de granjeros acudió a su rescate.
Un kayakista avistó a Fiona por primera vez en 2021. Dos años después, el mismo kayakista se sorprendió al ver que Fiona seguía en la zona.
La historia de la “oveja más solitaria de Gran Bretaña” se difundió rápidamente en Internet, y una petición para su rescate consiguió 50,000 firmas. Pero la Guardia Costera y otras organizaciones dijeron que salvar a la oveja era demasiado arriesgado. A pesar del peligro, 5 granjeros locales decidieron intentarlo.
Utilizaron cuerdas para descender con cuidado hasta la base del acantilado, donde encontraron a Fiona dentro de una cueva. El equipo de rescate se sorprendió de lo pesada que era: ¡unas 200 libras!
Aun así, los granjeros consiguieron envolver a Fiona en una gran lona atada a una cuerda, que se conectó a un vehículo todoterreno en la parte superior del acantilado. Mientras el todoterreno subía lentamente a Fiona por la ladera rocosa, tres de los granjeros se quedaron a su lado para asegurarse de que no se lesionara. Finalmente, Fiona llegó sana y salva a la cima.
Hoy vive en una granja de Dumfries, Escocia, junto con otras ovejas y animales de granja. “La oveja más solitaria de Gran Bretaña dejó de serlo”, dijo Cammy Wilson, organizador del rescate.