En agosto, multitudes acudieron al Jardín Botánico de EE. UU. en Washington D. C. Fueron a ver algo poco común y a oler un fuerte aroma. Una flor cadáver florecía (arriba). Esta vistosa planta, que floreció por última vez en 2021, alcanzó 7 pies y 6 pulgadas de altura. Eso es más alto que cualquier jugador de baloncesto profesional. Las flores cadáver son autóctonas de las selvas tropicales del sudeste asiático. Su apodo se refiere a su espantoso olor, que se compara al de la carne podrida. Sin embargo, las flores apestosas no duran mucho. Se marchitan al cabo de un par de días.
Un espectáculo apestoso