El 12 de abril, unos campistas en el Bosque Nacional Los Padres en California oyeron los gritos de un animal cerca. Era un osezno negro macho que parecía hambriento y débil. Tenía unos dos meses y pesaba solo tres libras.
Llamaron a las autoridades del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California para que buscaran a la mamá del osezno. Pero no la encontraron por ninguna parte.
Los oseznos dependen por completo de sus mamás en su primer año de vida. Las madres proporcionan alimento a sus crías y las protegen de depredadores hambrientos, como los pumas y coyotes. Sin su mamá, es posible que una cría no sobreviva en estado salvaje. ¿Qué sería de este osito?