James Marksbury tiene un trabajo de altura en la Ciudad de Nueva York, literalmente. Trabaja en la parte más alta de algunos de los edificios más altos de la ciudad, colgado de cuerdas a cientos de pies de altura sobre el suelo.
Marksbury es supervisor de trabajos verticales. Él y su equipo están entrenados para realizar todo tipo de trabajos en lugares altos a los que no llegan las escaleras ni las grúas. Hace de todo, desde reparar goteras y pintar hasta limpiar ventanas y hacer inspecciones.
Hace poco, Marksbury pasó dos años ayudando a restaurar la parte superior del Empire State Building. Trabajaban a más de 1,000 pies de altura desde la calle, él y su equipo retiraron cerca de 40,000 libras de acero y viejas antenas. A pesar de los fuertes vientos, repararon e instalaron cientos de nuevos paneles de aluminio.
Aunque ha trabajado por casi 20 años a alturas de vértigo, Marksbury dice que nunca le ha dado miedo. ¿Y cuál es la mejor parte de su trabajo?
“Las vistas no dejan de asombrarme”, dijo.