Manatíes en marcha

Cuando tres crías de manatí se quedaron solas, los rescatistas intervinieron para salvarlas. 

Al leer, piensa en: ¿Cuáles son algunos de los retos que presenta el traslado de grandes animales marinos?

¿Cómo criar tres manatíes huérfanas? Ese fue el problema al que se enfrentaron los cuidadores del ZooTampa de Florida, en 2021. 

Las crías de manatí suelen quedarse con sus mamás por unos dos años. Pero cuando los rescatistas encontraron a las tres crías hembras en aguas cercanas, sus mamás no estaban a la vista. Las crías estaban desnutridas. La mayoría de los manatíes pesan unas 65 libras al nacer, pero la más pequeña de las huérfanas solo pesaba 44 libras. 

El hospital de manatíes del ZooTampa acogió a las tres crías. El personal les puso los nombres de Soleil, Calliope y Piccolina. 

Para las manatíes, fue el comienzo de un largo viaje de supervivencia. Durante los dos años siguientes, serían transportadas cientos de millas en camiones y aviones antes de ser devueltas a su hábitat natural.

Manatíes en peligro

Unos 8,300 manatíes viven en las vías fluviales de Florida, según los oficiales de vida silvestre del estado. Aunque esta cifra es muy superior a la de hace 50 años, estos mamíferos lentos siguen en peligro. 

Una de las mayores amenazas es la disminución de su principal fuente de alimento. La mayoría de los manatíes adultos comen unas 100 libras de hierba marina al día. Estos herbívoros, o comedores de plantas, pastan tanto, que a menudo se les llama “vacas marinas”. Pero las aguas residuales y otros contaminantes causan la desaparición de los pastos marinos a lo largo de las costas de Florida, a un ritmo alarmante. 

En 2021, el año en que se encontraron las tres crías huérfanas, 1,100 manatíes murieron en Florida, una cifra récord.

Crecieron más fuertes

En el ZooTampa, cuidaron de las huérfanas día y noche. Los encargados preparaban cubos con una leche de fórmula especial que daban a las crías en biberones. 

En noviembre de 2022, Piccolina, la más pequeña de las tres, pesaba unas 375 libras. Pero los manatíes deben pesar, al menos, 600 libras antes de ser devueltos a su hábitat natural. 

Para abrir espacio para otros manatíes necesitados, trasladaron a las tres crías a otro centro de rehabilitación. Las cargaron en aviones y las llevaron, volando unas 800 millas, al zoo de Cincinnati, en Ohio. 

“Cuando las recibimos, estaban muy asustadas”, dijo Tara Lay, cuidadora del zoo de Cincinnati. 

Poco a poco, las apacibles grandullonas tomaron confianza y crecieron más fuertes. Lay y otros trabajadores del zoo alimentaron a las manatíes con hojas de verduras, que colocaron en el fondo de un tanque para que parecieran hierbas marinas.

De vuelta a casa

Tras 11 meses en Cincinnati, las huérfanas estaban lo bastante grandes para volver a su estado salvaje. Esto significaba regresar a Florida, junto con otros cinco manatíes. 

Trasladar casi 6,000 libras de manatíes significó un gran esfuerzo. Los trabajadores colocaron las vacas marinas en enormes contenedores acolchados y las cargaron en camiones que las llevaron al aeropuerto. 

Tras unos meses de vuelta en el ZooTampa, llegó el momento de que los cuidadores se despidieran. Los investigadores colocaron dispositivos de seguimiento a las manatíes para poder revisar a los animales. Calliope y Soleil fueron liberadas el 13 de febrero de este año. Piccolina se unió a ellas al día siguiente. 

“Fue muy tierno porque, después de ser liberadas, se reunieron de nuevo por un momento”, dijo Lay. 

Aunque a Lay le dio tristeza ver partir a las manatíes, se alegró de que estuvieran de vuelta a donde pertenecen. 

“Desde luego, lloré de alegría —recordó Lay—. Verlas ahí afuera con otros manatíes fue muy gratificante”.

1. ¿Qué son los “molares marchantes”? ¿Por qué los necesitan los manatíes?

2. ¿Qué característica del diagrama le sirve al manatí para saber lo que ocurre a su alrededor?

3. ¿Qué característica del diagrama te parece más interesante? Explícalo.