Un paseo por la Luna

El Gran Cañón es uno de los lugares más sorprendentes de la Tierra. Fue excavado a lo largo de millones de años por el río Colorado y otras masas de agua. ¿Sabías que la Luna también tiene cañones? Dos de ellos, Vallis Schrödinger y Vallis Planck, se encuentran cerca del polo sur de la Luna. Son más profundos que el Gran Cañón, ¡pero tal vez se crearan en menos de 10 minutos! Un asteroide gigante chocó con la Luna hace 3,800 millones de años. Esta colisión arrojó una lluvia de rocas sobre la superficie lunar, que dejó los dos cañones gigantes.

Los científicos utilizaron fotos del orbitador de reconocimiento lunar de la NASA para determinar cómo se formaron los dos cañones. Publicaron sus conclusiones en febrero. Los investigadores estudian el polo sur porque es el lugar de aterrizaje donde se prevé un esperado regreso de astronautas a la Luna. Esto podría ocurrir ya en 2027. Mientras, la NASA y las agencias espaciales de otros países siguen explorando otras zonas de la Luna. Sigue leyendo para aprender más sobre el vecino más cercano de la Tierra.

Los científicos creen que la Luna se formó hace unos 4,500 millones de años, cuando un pequeño planeta chocó con la joven Tierra. Con el tiempo, el polvo y la roca fundida del choque se unieron y formaron la esfera rocosa que orbita nuestro planeta. 

Hoy la Luna está cubierta de cráteres formados por asteroides y otras rocas espaciales. La mayoría de esos objetos se quemarían en la atmósfera terrestre. Pero la atmósfera de la Luna es débil y fina, por lo que ofrece poca protección.

Los primeros astrónomos pensaban que las manchas oscuras de la Luna eran masas de agua. Las llamaron mares. Hoy sabemos que surgieron del impacto de asteroides hace más de 3,000 millones de años. Más tarde se llenaron de lava que fluía desde las grietas de la corteza lunar y que acabó endureciéndose.

En 1969, la nave espacial Apolo 11 de la NASA aterrizó en el borde de una de estas zonas, el Mar de la Tranquilidad. Los astronautas Buzz Aldrin (abajo) y Neil Armstrong fueron los primeros en pisar la Luna. En la Luna no hay viento ni lluvia, por lo que sus pisadas siguen visibles.

Después de Apolo 11, otros 10 astronautas de EE. UU. aterrizaron en la Luna. Nadie ha vuelto desde 1972. Pero algunas naves espaciales como el orbitador de reconocimiento lunar (derecha) ayudan a los científicos a estudiar la Luna. El orbitador ha cartografiado la Luna desde 2009.

Con los datos recogidos por el orbitador, los investigadores han hecho nuevos descubrimientos. El año pasado, un equipo de científicos anunció que había encontrado una larga cueva conectada a un profundo hoyo en la superficie lunar. La zona podría albergar en el futuro una base o refugio de emergencia para astronautas. 

En la Tierra solo vemos una cara de la Luna: la cara visible. La cara oculta (derecha) tiene más cráteres aún pero menos mares oscuros que la cara visible. En 2019, China fue el primer país que aterrizó una nave espacial en la cara oculta de la Luna. El año pasado, una sonda china regresó a la Tierra con las primeras muestras recogidas en la cara oculta. Los científicos esperan que las muestras aporten nuevas pistas sobre cómo se formó la Luna.