Catadores

Una alumna de cuarto grado descubre cómo se elabora el menú de la cafetería de su escuela. 

Al leer, piensa en: ¿Añadirías algo al menú escolar?

La primavera pasada, Elsa Hammerman se dio cuenta de que faltaba algo en el menú de la cafetería de su escuela. Su plato favorito, el pollo asado, ya no estaba. Era uno de los muchos platos que se habían retirado debido a los recortes en los presupuestos de las escuelas públicas de Nueva York. 

Elsa escribió una carta al director de los servicios de alimentación de los comedores escolares de la ciudad. Le pidió amablemente que volviera a incluir el pollo asado. Un par de meses después, la comida favorita de Elsa volvía a servirse en su escuela, P.S./I.S. 187.

“Me alegró mucho —dice la niña de 11 años—. Mis amigos y yo siempre deseábamos comer pollo asado. ¡Y volvíamos a tenerlo! 

Elsa también descubrió que hay otras formas de influir en lo que se sirve en su cafetería.

Laboratorio del almuerzo

Alex Zimmerman/Civic News Company

Elsa Hammerman sostiene su carta.

La carta de Elsa le consiguió a su clase una invitación a la cocina de pruebas de las escuelas públicas de Nueva York. Allí es donde se crean los menús para todo el distrito escolar de Nueva York, el mayor de EE. UU.

Elsa y sus compañeros estuvieron entre los cientos de estudiantes que visitaron la cocina de pruebas el año pasado. Ayudaron a seleccionar los alimentos que se sirven a más de 912,000 niños, desde kínder hasta la secundaria. 

“Es muy importante que los niños puedan opinar sobre lo que se les sirve para comer”, afirma Nelson Quiles. Trabaja en la Oficina de Servicios de Alimentación y Nutrición de las Escuelas Públicas de Nueva York. 

En cada sesión de degustación, los alumnos prueban cuatro o cinco alimentos. Votan si les gusta cada uno y dan su opinión. Quiles dice que es importante que los estudiantes sean honestos y den muchos detalles. 

“Por ejemplo, no se limiten a decirnos que está asqueroso —explica—. Preguntamos: '¿Está demasiado salado? ¿Es la textura?’”.

La clase de Elsa probó hummus y un sándwich de pollo con salsa barbacoa. También probaron un plato de pasta llamado manicotti, que no gustó. Pero sí un sándwich de huevo y queso. A la mayoría de los alumnos les gustó, aunque algunos pensaron que el pan estaba demasiado pastoso. 

Más de 1,500 niños prueban cada plato nuevo. Al menos el 70% de ellos debe dar su visto bueno antes de que la comida aparezca en las escuelas. 

“Queremos asegurarnos de que la comida no solo es sana, sino que además es algo que los niños quieren comer”, explica Quiles.

Alex Zimmerman/Civic News Company 

En la cocina de pruebas, la clase de Elsa vota por los alimentos con unos códigos de barras especiales llamados plickers.

Reglas del menú

Las escuelas de todo el país se enfrentan al mismo reto. Si a los alumnos no les gusta la comida que les sirven, puede terminar en la basura. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, en las escuelas públicas de EE. UU. se desperdician unas 530,000 toneladas de comida al año. Eso equivale a unos $1,700 millones en comida.

Sin embargo, las cafeterías de las escuelas públicas no pueden servir cualquier cosa que quieran los alumnos. Deben seguir las pautas federales para garantizar que las comidas sean nutritivas (mira ¿Qué hay en tu plato?).

Con sus voces

Este curso, Elsa se dio cuenta de que el sándwich de huevo que su clase había evaluado se había añadido al menú de P.S./I.S. 187. Pero con una gran diferencia. El pan que no gustó a algunos alumnos se había sustituido por vun cruasán.

“Fue genial —dice Elsa—. Realmente escucharon las sugerencias. Espero que sigan escuchando a los niños”.

¿Qué hay en tu plato?

USDA 

El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés) establece las normas para los menús de las escuelas públicas de EE. UU. El próximo curso escolar entrarán en vigor nuevos límites en la cantidad de azúcares añadidos. A partir de 2027, el USDA también planea reducir la cantidad de sodio, un mineral que se encuentra en la sal, en los almuerzos escolares.

Echa un vistazo a la cantidad mínima de alimentos en las categorías que las escuelas primarias deben servir al día. 

  • Fruta: 1/2 taza
  • Verduras: 3/4 de taza
  • Leche: 1 taza
  • Cereales integrales*: 1 onza
  • Carne o sustituto de la carne: 1 onza


*Nota: Al menos el 80 porciento de los cereales ofrecidos deben ser entre un 50 y un 100 porciento integrales. Fuente: Servicio de Alimentación y Nutrición del USDA

1. ¿Cómo ayudan los niños en la cocina de pruebas de las escuelas públicas de Nueva York?

2. ¿Cómo apoya el artículo la idea de que es importante que las escuelas sirvan almuerzos que gusten a los niños?

3. ¿Cómo apoya la barra lateral "¿Qué hay en tu plato?" lo expuesto en el artículo?