Trofeos por jugar en un equipo de baloncesto. Las cintas de premio por participar en ferias de ciencias. Medallas por competir en un torneo de fútbol. Estos son solo algunos de los premios que pueden recibir los niños, ganen o no una competición.
Hay quien dice que no es justo que todos los que participan en un deporte o una actividad reciban un trofeo. Argumentan que los premios deberían entregarse solo a los que destacan.
Gina Pantuosco es entrenadora de fútbol juvenil en Longmeadow, Massachusetts. Dice que los trofeos por participación dan a los niños una falsa sensación de éxito. Añade que estos premios impiden que los niños aprendan una lección de vida importante.
"Perder no es el fin del mundo", explica Pantuosco.
Pero otros dicen que los trofeos por participación recompensan el trabajo en equipo, el espíritu deportivo y el esfuerzo. Y afirman que desarrollar esas aptitudes es más importante que convertirse en una superestrella. Muchos entrenadores también señalan que obtener un trofeo puede motivar a los niños y mantener su interés por una actividad.