Piensa en cualquier juguete que tengas que se mueva, se ilumine o emita ruidos. Puede que sea un auto de carreras a control remoto, una muñeca parlante, un videojuego manual o incluso un perro robótico.
¿Has pensado qué pasará con ese juguete cuando ya no quieras jugar con él? Es muy probable que termine en la basura.
Cualquier juguete con enchufe o baterías se considera un juguete electrónico. En 2022 se botaron en todo el mundo más de 7,000 millones de juguetes electrónicos. Así lo indica un informe reciente de un grupo llamado Foro de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos.
Mucha gente no sabe que los juguetes electrónicos pueden, y deben, reciclarse. Aunque reciclar estos aparatos no es fácil, hacerlo es importante para el medio ambiente.