Los días se alargan y hace más calor. Eso significa una cosa: ¡el verano se acerca! Para muchos niños, el verano es el momento de descansar de la escuela. Pueden ir a nadar, de campamento o hacer un viaje en familia.
Divertirse bajo el sol también puede ser bueno para la salud. Al tomar el sol, tu cuerpo produce más vitamina D, que ayuda a fortalecer los huesos y los dientes.
Pero mucha gente prefiere el frío del invierno. Argumentan que es más fácil abrigarse con gorros y abrigos que mantenerse fresco en pleno calor. Además, es menos probable que te quemes al sol cuando vas tapado. Y algunos niños creen que no hay nada mejor que entrar en calor con una taza de chocolate caliente después de un día de patinaje sobre hielo.
Asimismo, los expertos señalan que el frío tiene sus propios beneficios. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que algunas personas piensan con más claridad cuando hace frío.